No queda otra que tomarse en serio el tema de la contaminación. No sólo nos referimos a los problemas que estamos ocasionando a largo plazo a nuestro (hasta ahora) único planeta en el que podemos subsistir, sino a los problemas que provocamos cada año en los humanos en forma de calidad de vida y salud.
El informe que ha lanzado recientemente The Lancet indica que la contaminación constituye la causa ambiental más importante de enfermedad y muerte prematura en el mundo actual (16% del total de muertes de todo el mundo).
Además, el aumento del gasto sanitario es entre un 2% y un 7% superior debido a la polución, poniendo en peligro la salud planetaria, destruyendo ecosistemas y como no, está íntimamente relacionada con el cambio climático mundial. La quema de combustibles es la causa de un 85% de la contaminación por partículas transportadas por el aire y de casi toda la contaminación por óxidos de azufre y nitrógeno, los cuales todos sufrimos en nuestras ciudades. Pero también destacar que el aire transporta las partículas y los óxidos de nitrógeno, en una mayor medida que nos pensamos, quedándose en suspensión en la periferia de las ciudades y en localidades supuestamente rurales, supuestamente en un entorno de aire limpio y de calidad.
¿Será que el problema de la calidad del aire es más global de lo que pensamos y no sólo afecta a las ciudades como Madrid o Barcelona?
Tenemos cada vez más información y conocimiento, pero la contaminación atmosférica ambiental, la contaminación química y la contaminación del suelo (que son las formas de contaminación producidas por la industria, la minería, la generación de electricidad, la agricultura mecanizada y los vehículos que utilizan carburantes derivados del petróleo tradicionales) están aumentando.
Desde la comisión Lancet lanzan una serie de recomendaciones clave que debería aumentar la conciencia mundial sobre la contaminación, acabar con el olvido de la enfermedad relacionada con ella. Las recomendaciones son las siguientes:
- Hacer que la prevención de la contaminación tenga una alta prioridad a nivel nacional e internacional e integrarla en los procesos de planificación de los países y las ciudades.
- Movilizar, aumentar y dedicar específicamente el financiamiento y el apoyo técnico internacional al control de la contaminación.
- Establecer sistemas para la vigilancia de la contaminación y de sus efectos sobre la salud. Es esencial obtener datos a nivel nacional y local.
- Construir colaboraciones multisectoriales para el control de la contaminación.
- Integrar la mitigación de la contaminación en los procesos de planificación para las enfermedades no transmisibles.
- Investigar la contaminación y su control, impulsando cambios en la política relativa a ella.
"Es para pensárselo y empezar a cambiar nuestros sistemas de transporte y movilidad, ¿verdad?"
Por otro lado, mientras muchas empresas observan este tema de forma pasiva, nosotros desde Combustibles Alternativos Automoción seguimos transformando vehículos, construyendo estaciones de gas vehicular y capacitando talleres en nuestra zona de influencia. Ya llegarán las grandes acciones y los incentivos catalizadores del cambio...
Tomemos ejemplo y avancemos en este sentido. Una cosa es segura, de esta forma el mundo no irá peor, ¿verdad?
RedactorCA
